Existen, sin embargo, sistemas cuyo efecto o comportamiento es típico de desviación y de amplificación, es decir, encierran procesos de relaciones causales mutuas que amplifican un efecto inicial que puede ser insignificante y casual, producen una desviación y divergen de la condición inicial. Ejemplos de estos sistemas son la acumulación de capital en la industria, la evolución de un organismo vivo, conflictos internacionales y aquellos procesos denominados "círculo vicioso" e "interés compuesto".
Estos procesos parecen ser opuestos a aquellos en que la desviación es corregida y se mantienen en equilibrio. Pero ambos tienen una característica esencial en común. Los elementos del sistema se influencian entre sí ya sea en forma simultánea o alternativa. La diferencia está en que los sistemas desviación - corrección poseen una retroalimentación negativa entre sus elementos mientras que los sistemas desviación - amplificación poseen una retroalimentación positiva. Maruyama denomina a los primeros sistemas (los de retroalimentación negativa) "morfostasis" y a los segundos (con retroalimentación positiva) "morfogénesis".
Un ejemplo de la acción de ambos conceptos podemos encontrarlo en el campo de la economía. Por muchos años, algunos economistas han predicado que era inútil elevar el nivel de vida de las clases pobres, porque si el ingreso de la población de esta clase aumentaba, ellos tendrían más hijos y así reducirían su nivel de vida, volviendo a su estado natural: los pobres permanecen pobres y los ricos permanecen ricos.
Este es un modelo morfostático de desviación-corrección mutua entre el nivel del ingreso y el número de hijos. Este modelo teórico condujo a los políticos hacia el laisser-faire. Por otra parte, también se reconocía que mientras más capital existiese, más rápida sería la tasa de su aumento. En otras palabras, los pobres se hacían más pobres y los ricos más ricos. Este era un modelo morfogénico de desviación-amplificación.
Podemos encontrar el mismo principio de desviación-amplificación operando en la naturaleza. Por ejemplo, una pequeña grieta en una roca acumula agua. El agua se hiela, lo que hace crecer la grieta. Una grieta mayor acumula más agua, lo que hace mayor la grieta. Una cantidad suficiente de agua hace posible que algunos organismos pequeños vivan allí. La acumulación de materia orgánica hace posible a su vez, que comience a crecer un árbol en la grieta. Las raíces del árbol aumentan el tamaño de la grieta.
El mismo principio puede explicar el desarrollo de una ciudad en un medio agrícola. Al comienzo la llanura es totalmente homogénea y con potencial agrícola. Por alguna razón un agricultor ambicioso levanta una granja en una parte de esa llanura. Este es el impulso inicial. Siguiendo el ejemplo del pionero, se establecen otros granjeros. Uno de éstos abre un almacén de herramientas. Posteriormente este almacén se transforma en el centro de reunión de los granjeros. Más tarde se instala a su lado un almacén de comestibles. Gradualmente la aldea crece y facilita la comercialización de los productos agrícolas. Esto hace que aparezcan más granjas alrededor de la aldea. El aumento de las actividades agrícolas necesariamente conduce al desarrollo industrial y la aldea se transforma en una ciudad.
De este caso podemos extraer importantes conclusiones teóricas.
En un comienzo la llanura era homogénea, y el lugar en que se formará o nacerá la aldea (y posteriormente la ciudad) dependerá del lugar donde quizá, accidentalmente, ocurre el primer impulso. El pionero pudo haber escogido cualquier punto. Pero una vez que selecciona, la ciudad emergerá de ese lugar y la llanura será heterogénea. El secreto del crecimiento de la ciudad se encuentra en el proceso de desviación - amplificación mutua con una red de retroalimentación positiva y no en la condición inicial.
Una sagrada ley de la causalidad en la filosofía clásica establecía que condiciones similares producen efectos similares. En consecuencia, resultados disímiles eran atribuidos a condiciones disímiles. Así, cuando un investigador trata de encontrar la razón de por qué dos personas son diferentes, busca la diferencia en su medio y en la herencia. No se le ocurre que quizá ni el medio ni la herencia tienen que ver con esa diferencia. Pasa por alto la posibilidad de que algún proceso interaccional de desviación - amplificación en su personalidad y en su medio pueda haber producido esa diferencia.
A la luz de los modelos de morfogénesis es posible que condiciones similares pueden resultar en un producto diferente. Maruyama define esta nueva ley de causalidad como sigue "una pequeña desviación inicial, que se encuentra dentro del rango de una alta probabilidad, puede desarrollarse en una desviación de una probabilidad muy baja o, más precisamente, en una desviación que es muy improbable desde el punto de vista de la causalidad probabilística unidireccional".
Examinemos ahora en forma más detallada qué es lo que entendemos por redes de retroalimentación positiva y negativa. Indiquemos, primero, que la presencia de influencias en ambas direcciones no necesariamente implica causalidad mutua. Si el tamaño de la influencia en una dirección es independiente del tamaño de la influencia en la otra dirección, o su correlación aparente es causada por un tercer elemento, entonces no existe causalidad mutua. Sólo existe causalidad mutua cuando el tamaño de la influencia en una dirección tiene un efecto sobre el tamaño de la influencia en la otra dirección y es, a su vez, afectada por ella.
Por ejemplo, la empresa A es una siderúrgica que transforma el mineral de fierro en acero. La empresa B es fabricante de herramientas de acero. Esta compra acero a la siderúrgica, la cual, a su vez, le compra herramientas. Existen algunas relaciones mutuas entre ambas empresas.
Supongamos ahora que los fabricantes de herramientas compran acero a varias siderúrgicas. Cuando la producción de A baja, las compras de acero que B hace a las otras siderúrgicas suben, y lo contrario sucede cuando la producción de A sube. La cantidad de herramientas que B puede entregar a A no depende de la cantidad de acero que A vende a B. En este caso, aun cuando existe un tráfico de bienes en ambas direcciones entre A y B, éste no tiene la característica de relaciones mutuas.
Aun a riesgo de repetirnos, queremos volver al lector al ejemplo que presentamos en el capítulo 2, al discutir el concepto de sinergia. Nos referimos al juego de interacciones que ha mostrado Maruyama. Este ejemplo ilustra muy bien el comportamiento de las relaciones causales mutuas y de él se pueden deducir importantes conclusiones.
Recordará el lector que el problema planteado por Maruyama era el problema del número de personas de una ciudad (o población) en relación con la modernización. En este caso las relaciones causales mutuas pueden ser definidas por más de dos elementos (a diferencia de los ejemplos anteriores). Repitamos las relaciones de Maruyama, las que se encuentran en la siguiente imagen.
Las flechas indican la dirección de la influencia. El signo ( + ) indica que el cambio ocurre en la misma dirección, pero no necesariamente positivo (a más, más; a menos, menos). El signo (- ) indica un cambio en la dirección (a más, menos y a menos, más). Como se puede apreciar, algunas flechas forman circuitos. Existe un circuito entre P a M, M a C y C a M. Un circuito indica relaciones mutuas. En un circuito, la influencia de un elemento vuelve al mismo a través de otros elementos. Por ejemplo, el circuito P-M-C-P, un incremento en el número de personas causa un incremento en modernización, lo que a su vez aumenta la migración hacia la ciudad, lo que aumenta la población de ésta.
En resumen, el incremento de la población causa un nuevo incremento a través de la modernización y la migración. Por otra parte un descenso de la población causa decrecimiento en la tasa de modernización, lo que a su vez origina una emigración (o un decrecimiento de la migración). Cualquiera sea la dirección del cambio, éste se amplifica. Pero lo mismo es válido si tomamos como criterio la modernización: un aumento de la modernización causa un mayor incremento en ella a través de la migración y el aumento de población.
Por lo tanto, en un circuito cada elemento tiene una influencia en todos los demás, ya sea directa o indirectamente y cada uno se autoinfluencia a través de los otros elementos. No existe una causalidad jerárquica o prioritaria en ninguno de ellos. Es en este sentido que entendemos las relaciones causales mutuas.
Tomemos el circuito siguiente: P-G-B-P. Este circuito contiene una influencia negativa desde B a P. Un aumento en la población causa un incremento en la cantidad de desperdicio o basura por área, lo que a su vez hace aumentar el número de bacterias por área, conduciendo a un incremento en las enfermedades, lo que produce una disminución de la población. En resumen, un aumento en la población causa posteriormente su propio decrecimiento a través de los desperdicios, las bacterias y las enfermedades. Por el contrario, un decrecimiento en la población causa, a través de los mismos elementos pero con signo contratrio, un aumento de ella. Por lo tanto, en este circuito cualquier cambio que sufre la población es equilibrado por él. Existe una contracción. Lo mismo sucede para cada elemento del circuito. La relación de causalidad mutua en este circuito es una relación de desviación-corrección.
Tal proceso puede resultar en estabilización o en oscilación dependiendo del espacio de tiempo envuelto en la contracción y en el tamaño de ésta.
Finalmente examinemos el circuito P-M-S-B-P. Este circuito posee dos influencias negativas. Un incremento en la población causa un aumento en la modernización, lo que a su vez causa un aumento en las facilidades sanitarias. Esto hace disminuir el número de bacterias por área lo que conduce a una disminución de las enfermedades y, por consiguiente, un aumento en la población.
Este circuito es, por lo tanto, desviación-amplificación. Las dos influencias negativas se eliminan (menos X menos da más) y el efecto final es positivo.
En general, un circuito con un número par de influencias negativas es un circuito desviación-amplificación, mientras que un circuito con un número impar de influencias negativas es de desviación-corrección.
El sistema mostrado en la siguiente imagen contiene varios circuitos, algunos del tipo desviación-amplificación y otros del tipo desviación-corrección. Dependiendo de la fuerza de cada circuito, el sistema en su totalidad será desviación-corrección o desviación-amplificación.
En resumen, el incremento de la población causa un nuevo incremento a través de la modernización y la migración. Por otra parte un descenso de la población causa decrecimiento en la tasa de modernización, lo que a su vez origina una emigración (o un decrecimiento de la migración). Cualquiera sea la dirección del cambio, éste se amplifica. Pero lo mismo es válido si tomamos como criterio la modernización: un aumento de la modernización causa un mayor incremento en ella a través de la migración y el aumento de población.
Por lo tanto, en un circuito cada elemento tiene una influencia en todos los demás, ya sea directa o indirectamente y cada uno se autoinfluencia a través de los otros elementos. No existe una causalidad jerárquica o prioritaria en ninguno de ellos. Es en este sentido que entendemos las relaciones causales mutuas.
Tomemos el circuito siguiente: P-G-B-P. Este circuito contiene una influencia negativa desde B a P. Un aumento en la población causa un incremento en la cantidad de desperdicio o basura por área, lo que a su vez hace aumentar el número de bacterias por área, conduciendo a un incremento en las enfermedades, lo que produce una disminución de la población. En resumen, un aumento en la población causa posteriormente su propio decrecimiento a través de los desperdicios, las bacterias y las enfermedades. Por el contrario, un decrecimiento en la población causa, a través de los mismos elementos pero con signo contratrio, un aumento de ella. Por lo tanto, en este circuito cualquier cambio que sufre la población es equilibrado por él. Existe una contracción. Lo mismo sucede para cada elemento del circuito. La relación de causalidad mutua en este circuito es una relación de desviación-corrección.
Tal proceso puede resultar en estabilización o en oscilación dependiendo del espacio de tiempo envuelto en la contracción y en el tamaño de ésta.
Finalmente examinemos el circuito P-M-S-B-P. Este circuito posee dos influencias negativas. Un incremento en la población causa un aumento en la modernización, lo que a su vez causa un aumento en las facilidades sanitarias. Esto hace disminuir el número de bacterias por área lo que conduce a una disminución de las enfermedades y, por consiguiente, un aumento en la población.
Este circuito es, por lo tanto, desviación-amplificación. Las dos influencias negativas se eliminan (menos X menos da más) y el efecto final es positivo.
En general, un circuito con un número par de influencias negativas es un circuito desviación-amplificación, mientras que un circuito con un número impar de influencias negativas es de desviación-corrección.
El sistema mostrado en la siguiente imagen contiene varios circuitos, algunos del tipo desviación-amplificación y otros del tipo desviación-corrección. Dependiendo de la fuerza de cada circuito, el sistema en su totalidad será desviación-corrección o desviación-amplificación.
Bajo ciertas circunstancias un circuito desviación-amplificación puede transformarse en uno de desviación-corrección. Un ejemplo es el principio de la utilidad decreciente. Un incremento en las inversiones causa un incremento en el capital y esto a su vez hace posible una mayor inversión. Antes que la utilidad alcance ciertos efectos, los efectos de los impuestos a los ingresos son negligibles. Pero cuando las utilidades aumentan y se hacen mayores, la influencia del impuesto a los ingresos se hace mayor y, eventualmente, estabiliza el tamaño del capital. En este caso la economía se desarrolla a partir del proceso de morfogénesis, hasta alcanzar un equilibrio cuando los elementos o componentes desviación-corrección se hacen predominantes.
Muruyama ha denominado al estudio de las relaciones causales mutuas de desviación-amplificación la "segunda cibernética", en contraposición a la cibernética (o primera cibernética) que ha centrado su campo de interés y de acción en el tipo de sistemas desviación-corrección, y este nuevo enfoque científico, una vez más elaborado, puede entregar buenos frutos.
Muruyama ha denominado al estudio de las relaciones causales mutuas de desviación-amplificación la "segunda cibernética", en contraposición a la cibernética (o primera cibernética) que ha centrado su campo de interés y de acción en el tipo de sistemas desviación-corrección, y este nuevo enfoque científico, una vez más elaborado, puede entregar buenos frutos.
Espero haber ayudado en algo. Hasta la próxima oportunidad!
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