martes, 18 de junio de 2013

El principio de entropía como elemento desorganizador



Repetimos algunos conceptos de entropía tratados con anterioridad.

Se ha definido a la entropía como la tendencia que tienen todos los sistemas a alcanzar su estado más probable. Este estado más probable es el caos, la desorganización, la eliminación de las diferencias que lo hacen identificable. Esto es fácilmente demostrable en los sistemas cerrados (aquellos que no tienen intercambio de energía con el medio).

¿Qué sucede en los sistemas abiertos (aquellos que transan energía con el medio?). Teóricamente deben tender al caos si es que el estado más probable de estos sistemas es ese. En nuestro caso, dentro de los sistemas abiertos nos interesa el sistema social, es decir, un conjunto de individuos y sus interrelaciones. ¿Cuál es su estado más probable? ¿Es la desorganización?

Hay personas que creen que el estado natural del grupo humano es caos y desorden. Aparentemente, Benjamín Golberg, en su libro "El señor de las Moscas" plantea esta tesis. El argumento de su libro es un grupo de niños, no mayores de 7 u 8 años, que llega a una isla deshabitada (se supone que existe un estado de guerra y estos niños son trasladados a un lugar seguro; durante el viaje aéreo, el avión cae en la isla, quedando como sobrevivientes solamente los niños). Estos se organizan, o tratan de mantener un sistema similar al que vivían hasta hace poco. Todos se conocen porque son del mismo curso de un colegio.
Surgen grupos que entran en conflicto y el grupo total va perdiendo "civilización" hata llegar a convertirse en seres salvajes, incluso antropófagos.

Por supuesto, se puede argumentar que todo esto es una ficción. De acuerdo, pero aun así, revela una forma de pensar. Pero también existen argumentos reales. Tómese por ejemplo, el caso de la civilización Maya que por una razón u otra, desapareció llegando a un estado de caos o desorganización.


Observemos a las organizaciones hoy día. ¿No parece ser una ley general que cuando se eliminan o disminuyen los controles, la organización entra en crisis (por supuesto, sin que la organización tome medidas para aumentar la motivación, es decir, "cetteris parribus" ). Hemos observado este fenómeno muchas veces. Lo hemos visto en la sala de clases: cuando el profesor o el inspector desaparecen tiende a surgir el desorden; en las empresas cuyos sistemas de control se deterioran, su conducta cambia y la dirección de este cambio no es, precisamente, hacia un estado de organización más avanzada.

Es fácilmente observable la destrucción de una marcha de protesta (sistema) ante presiones del medio. Generalmente se subdivide en grupos que se diluyen por falta de cohesión. Organizaciones o grupos organizados para acometer cierta tarea, una vez que ha pasado el período inicial, comienzan a rutinarse y a debilitarse para evitarlo); pero en este caso, hemos impuesto un estado al sistema, no lo hemos dejado seguir su tendencia natural.

Un ejemplo de un sistema social que se ve afectado por la entropía y por lo tanto va cambiando a estados cada vez menos organizados, es la región de Valdivia. Antes de la Segunda Guerra, esta ciudad podía considerarse como un sistema social pujante y en desarrollo. Económicamente dominada toda la área entre Temuco y Puerto Montt. Particularmente Corral, su puerto (situado en la desembocadura del río Valdivia) era una pequeña ciudad marítima con un fuerte ímpetu industrial. Los "Altos Hornos de Corral", empresa siderúrgica, eran un motor que impulsaba el desarrollo de la zona.


Al término de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad empezó a decaer como centro regional. Fue notoria la reducción que se experimentó en las grandes empresas comerciales que comenzaron a abandonar la ciudad reduciendo su presencia física a pequeñas agencias, y a emigrar a otras zonas (Osorno o Concepción). Su industria, (refinería de azúcar, calzado, astilleros, madera, etc. ) lentamente fue perdiendo su empuje; unas comenzaron a reducirse, otras simplemente desaparecieron, creando serios problemas de cesantía, económicos y sociales para la región. Un caso patente es el puerto de Corral, que, por un lado, recibió el impacto del decrecimiento económico de la ciudad (se redujo considerablemente el movimiento marítimo) y por el otro, sufrió el cierre de los Altos Hornos, en 1950, para dar paso a Huachipato.


La imagen que se lleva hoy día un turista que conoció a Corral (Chile) en 1939, por ejemplo, es desoladora. No pasa de ser más que un villorrio muy pintoresco, pero que agoniza. (Si, finalmente, se llevara a la realidad el proyecto del puerto fluvial de Valdivia, literalmente Corral desaparecería del mapa.)

Evidentemente esa región, ese sistema social, ha experimentado una fuerte entropía que va degradando su organización en forma paulatina, y que, si se dejan operar libremente las fuerzas en sus condiciones actuales, no es difícil (ni arriesgado) pronosticar la destrucción del sistema en alguna fecha futura.


Espero haber ayudado en algo. Hasta la próxima oportunidad!   



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