Se puede observar con claridad que los dos puntos desarrollados previamente aparecen como contradictorios. Mientras en el primero se trata de insinuar la existencia de un principio de organicidad inherente a los sistemas (por lo menos en los sistemas abiertos), en el segundo se concluye en que por efectos de la entropía, todos los sistemas tienden hacia el caos o hacia la desorganización. Sin embargo, a nuestro juicio esta contradicción es más bien aparente que real. Es un hecho que algunos sistemas sociales han sobrevivido por largo tiempo, y si se les examina en la actualidad, no dan muestras de ir hacia el caos o el desorden. Ejemplos tenernos varios: La Iglesia Católica; el parlamento británico, grandes empresas norteamericanas corno Dupont, General Motors, Ford, Standard Oil Co., etc. En nuestro país Chile tenemos a CAP, ENAP, ENDESA, etcétera.
Si observarnos la historia, aparecería que efectivamente existe una tendencia hacia la organización creciente. Sin embargo, también es un hecho que algunos sistemas sociales han desaparecido. Algunos ejemplos podrían ser la Compañía de las Indias Españolas; los grandes "trusts" norteamericanos; etc. En nuestro país podemos mencionar la radio, "El Mercurio", etcétera.
Nuestro argumento aquí es que esta contradicción se soluciona a través de la neguentropía, o entropía negativa, como lo indicábamos en el capítulo anterior.
Todos los sistemas abiertos interactúan en su medio. Importan energía, transforman esa energía en un bien o en un servicio y luego lo exportan al medio, asegurando su supervivencia.
En otras palabras, el sistema social está en condiciones, o presenta las características apropiadas para poder sobrevivir. De la forma que un sistema abierto utilice esas condiciones (la neguentropía) dependerá su subsistencia.
Hemos señalado anteriormente que la entropía tiende a desordenar el sistema lo que, a nuestro juicio, es real. Sin embargo, el sistema a través de la neguentropía puede combatir y superar esa tendencia. Por ejemplo, existen ya en las grandes empresas unidades administrativas que generalmente se denominan "Auditoría Organizacional", cuya misión concreta es revisar constantemente la organización y su estructura para introducir las modificaciones necesarias para el normal desarrollo de la empresa. Estas unidades son entonces, típicamente una fuerza de neguentropía. Todos los recursos que las organizaciones destinan a la mantención de sus participantes (es decir, el esfuerzo destinado a lograr que los participantes del sistema permanezcan dentro de él, fisiológica y sicológicamente, cumpliendo sus funciones) también es neguentropía. La energía empleada en las relaciones con su medio (gobiernos , clientes, proveedores) también son esfuerzos que hace la organización para contrarrestar a la entropía que la afecta.
En general, todos aquellos recursos que se utilizan para funciones ajenas al proceso de transformación mismo pueden considerarse como el excedente de energía (una vez que los requerimientos de transformación han sido satisfechos) ya que se destinan a combatir la entropía.
Podemos decir que el exceso de energía (o neguentropía) utilizado para ese objetivo, no sólo ha sido una pérdida, sino que también hay que considerar los efectos negativos que produce el sobreen trenamiento en el desarrollo de las actividades (ausentimo obligado, elevación de los niveles de aspiraciones, posibles frustraciones derivadas de la incapacidad de aplicar algunas herramientas aprendidas, etc. ) como una fuerza de entropía.
En conclusión, los sistemas abiertos (sistemas vivos en general), como todo sistema, tienden a desorganizarse como efecto de las fuerzas entrópicas que los atacan. Sin embargo, poseen mecanismos potenciales que buscan su supervivencia. Ahora bien, la supervivencia de estos sistemas parece encontrarse en su capacidad de organización o de mantenerse organizados frente a los cambios y fuerzas negativas del medio. Esto es lo que podemos denominar el "principio de organicidad".
Sin embargo, para que estos mecanismos puedan operar, es necesario proveerlos de energía. El sistema debe generar un exceso de energía sobre aquella destinada a su proceso de transformación característico.
Esa energía es la que denominamos "neguentropía" o "entropía negativa". Por lo tanto, el principio de organicidad operará en la medida que el sistema sea capaz de generar este exceso de energía.
La conclusión que podemos derivar es que los sistemas abiertos, aunque poseen una característica que los lleva a organizarse y, por lo tanto, a la supervivencia, operarán en forma inconsciente (automáticamente) o consciente (acción pl anificada) siempre y cuando exista la energía suficiente para que los mecanismos naturales o artificiales que conducen a la autoorganización del sistema puedan actuar. Un sistem a rodeado de un medio abundante en energía, normalmente se desarrolla y crece. Cuando comienza a escasear esa energía, entonces el sistema empieza a languidecer y, si esto continúa por cierto tiempo, principia a desintegrarse, perdiendo organización lo que finalmente lo conduce al caos, a la destrucción y a su desaparición.
Espero haber ayudado en algo. Hasta la próxima oportunidad!
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