- Impresoras matriciales
Su funcionamiento es simple, un cabezal dotado de una serie de diminutas agujas recibe impulsos que hacen golpear dichas agujas sobre el papel, que a su vez se desplaza por un rodillo sólido. Los modelos más frecuentes son los de 9 y 24 agujas, haciendo referencia al número que de este componente se dota al cabezal; este parámetro también se utiliza para medir su calidad de impresión, lógicamente a mayor número de agujas, mayor nitidez se obtendrá en la impresión.
Como iremos viendo, en realidad no puede hablarse de inconvenientes de un tipo u otro de impresoras, simplemente cada uno tiene una orientación (a un tipo de trabajo) diferente de otro. En el caso de las matriciales, resulta evidente que no sirven para imprimir gráficos, y que su funcionamiento no es precisamente silencioso.
- Impresoras de inyección
Aquí el parámetro de calidad lo da la resolución de la imagen impresa, expresada en puntos por pulgada; aunque con 300 ppp basta para imprimir texto, para fotografías es recomendable al menos 600 ppp. Dada su relación precio/calidad, son las impresoras más utilizadas para trabajos domésticos y semi-profesionales.
Como inconveniente se puede citar lo delicado de su mecánica y también su mantenimiento, ya que los cartuchos no suelen ser baratos.
- Impresoras láser
¿Inconvenientes? Son máquinas todavía caras, y aunque los consumibles no se cambian con la frecuencia que en las impresoras de inyección, cuando hay que hacerla el bolsillo puede resentirse. Pero su rapidez y calidad de impresión las hacen destacar sobre el resto.
Detalles comunes: memoria
Prácticamente todas las impresoras, independientemente de la tecnologia empleada, incluyen una memoria RAM. En las matriciales puede ser de unos pocos bytes (8 Kb, 16 Kb, etc.), y no mucho más en las de inyección.
Por el contrario, en las láser sí que es imprescindible una buena cantidad de memoria, que no suele bajar de 512 Kb, aunque la verdad es que lo mínimo admisible debe ser, al menos, 1 Mega.
¿Color o blanco y negro?
Normalmente la respuesta a esta pregunta está muy clara en todos los casos, porque además no hay mucha alternativa; debido a la orientación de las impresoras matriciales y a la baja calidad que ofrecen cuando se intenta imprimir en color con ellas, es un segmento condenado al blanco y negro.
En las de inyección de tinta ocurre algo curioso, y es que será bastante difícil encontrar una impresora de este tipo, de sobremesa únicamente en blanco y negro, ya que el color se ha abaratado y perfeccionado tanto, que es algo que ya se incluye "de serie". Por último, en las impresoras láser se imponen criterios económicos y de necesidad; ¿puedes gastarte un dineral en una impresora láser a color? ¿Realmente necesitas tanta calidad?
Consumibles
En las impresoras matriciales, el mantenimiento es sencillo y normalmente barato, ya que únicamente será preciso cambiar la cinta, que suele durar bastante. El cabezal también se suele considerar como consumible, pero no es algo que se estropee con frecuencia, teniendo una media de vida del orden de años.
En las de inyección, lo que más cambiaremos serán los cartuchos de negro y/o color; el cabezal inyector no suele estropearse, y la mayoría de impresoras implementan sistemas de limpieza y calibrado que permiten ajustar el funcionamiento de las mismas.
Por último, en las impresoras láser el consumible por excelencia es el cartucho de tóner (es decir, la tinta), pero tampoco es extraño tener que cambiar la unidad fotoconductora o el tambor (en algunas máquinas estas dos piezas se engloban en una sola) cada cierto tiempo, siempre según la carga de trabajo que soporte la máquina.
Espero haber ayudado en algo. Hasta la próxima oportunidad!
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