En el capítulo II ya nos habíamos referido a la información de retroalimentación utilizada en un sentido positivo. En efecto, cuando la acción sigue a la recepción de la comunicación de retroalimentación, va dirigida a apoyar la dirección o el comportamiento inicial, tenemos una "retroalimentación positiva". O, en otras palabras, como lo indicábamos anteriormente, cuando mantenemos constante la acción y modificamos los objetivos, estamos utilizando la retroalimemación en un sentido positivo.
Supongamos, por ejemplo, que nuestra empresa siderúrgica diseña un programa de trabajo, para producir 3.000 toneladas de planches de acero por semana y al cabo de la primera semana se retroinforma a la gerencia de operaciones que la producción real fue de 3.500 toneladas.
Esta gerencia decide entonces modificar su objetivo y lo lleva ahora a 3.500 toneladas por semana. Las cosas se mantienen así por un mes. Pero en la sexta semana la producción semanal vuelve a subir, esta vez a 3.700 ton. Nuevamente, la gerencia modifica sus objetivos y fija esta nueva cifra como meta semanal. La conducta que sigue esa gerencia de operaciones es de apoyar las acciones o las corrientes de entrada del sistema, de modo de aumentar siempre la producción. Es decir, aplica una retroalimentación positiva. Pero, si al comienzo del segundo mes de operaciones, la producción semanal cae de las 3.700 ton fijadas a 3. 500, siguiendo su conducta la gerencia fija esta nueva tasa semanal.
Y así sigue modificando constantemente la meta.
La siguiente imagen muestra la tendencia que ha seguido la producción semana tras semana:
Se puede observar a través de la imagen que el resultado al cabo de 14 semanas de operación de la planta siderúrgica aplicando una retroalimentación positiva, es una conducta oscilatoria de la variable (producción de planchas), situación que no permite un control efectivo.
Diferente habría sido el comportamiento de la variable si se hubiera aplicado la retroalimentación en forma negativa. La siguiente imagen muestra cual podría haber sido la conducta de la variable, en este caso.
Diferente habría sido el comportamiento de la variable si se hubiera aplicado la retroalimentación en forma negativa. La siguiente imagen muestra cual podría haber sido la conducta de la variable, en este caso.
También existe oscilación pero no con la intensidad que se indica en la primera imagen. Como se puede apreciar, el alza de 3.000 a 3.500 ton. durante la primera semana fue rápidamente corregida mediante acciones de retroalimentación negativa. Las fluctuaciones producidas en la 5ta. y 6ta. semana también fueron finalmente estabilizadas manteniéndose el objetivo de 3.000 ton. semanales. Aparentemente entre las semana 11 a 13 hubo problemas que finalmente fueron superados. En general, la variable estuvo siempre bajo control no siendo éste el caso de la situación indicada en la primera imagen.
Tratándose de la retroalimentación positiva el control es prácticamente imposible, ya que no disponemos de estándares de comparación, pues los objetivos fijados al comienzo prácticamente no son tomados en cuenta, debido a su continua variación. Como la conducta de la variable es errática, es difícil planear las actividades y coordinarlas con otras. Por ejemplo, la gerencia de ventas, sobre la base de 3.000 ton. semanales ha confeccionado su programa de ventas y de despacho. De acuerdo con el resultado que se muestra en la primera imagen evidentemente ha sido incapaz de despachar toda la producción (en efecto, si el programa de ventas ha sido despachar 3.000 ton. semanales, al cabo de la 5ta. semana ha despachado 15.000 ton. en circunstancias que la producción ha alcanzado 18.500 ton.) por lo tanto se ha ido acumulando inventario (hasta alcanzarse 3. 500 ton. al final de la 5ta. semana).
Más adelante la cosa se empeora, ya que la producción semanal aumenta a 3.700. Es probable que ventas cambie sus programas de despachos. Si esto es así, al comienzo de la 8va. semana tendrá problemas, los que se empeorarán entre la 10va. y 12va. semanas. Definitivamente, en estas circunstancias la retroalimentación positiva tiende a eliminar todo esfuerzo de programación y de planificación.
En nuestro ejemplo, la retroalimentación positiva ha producido una conducta fluctuante de la variable. En otros casos puede producir efectos de amplificación que alejan constantemente al sistema de algún punto de equilibrio haciéndolo totalmente inestable. Tal es el caso, por ejemplo, del famoso teorema de la "tela de araña" de los economistas.
La conducta humana muchas veces se ve influida por la retroalimentación positiva. Se dice que un profesor hace buenas o malas clases, de acuerdo con su audiencia. En efecto, cuando un profesor encuentra que su audiencia es motivante, él se motiva generalmete elevando la calidad de su enseñanza, especialmente en la presentación de su materia. Esto hace que la audiencia se motive más, información que es retroalimentada hacia el profesor quien le pone más empeño y así sigue la cadena. Por el contrario, cuando el profesor encuentra que su audiencia no lo motiva, generalmente comienza a perder interés en la clase, lo que repercute en sus alumnos, los que se motivan menos y así continúa el curso, que puede terminar súbitamente por el abandono del profesor o de la mayoría (o todos) sus alumnos.
En ambos casos el profesor, consciente o inconscientemente ha actuado sobre la base de una retroalimentación positiva.
También se puede observar una conducta similar en un candidato a una elección, cuando se enfrenta y habla en una manifestación. El busca la reacción de su auditorio a través de alguna forma de retroalimentación. Cuando la respuesta es de apoyo (retroalimentación positiva) él se dejará llevar por sus impulsos, mientras que si recibe una retroalimentación negativa, es probable que se conduzca con mayor cautela, si es que desea decir lo que tiene planeado.
Espero haber ayudado en algo. Hasta la próxima oportunidad!
Tratándose de la retroalimentación positiva el control es prácticamente imposible, ya que no disponemos de estándares de comparación, pues los objetivos fijados al comienzo prácticamente no son tomados en cuenta, debido a su continua variación. Como la conducta de la variable es errática, es difícil planear las actividades y coordinarlas con otras. Por ejemplo, la gerencia de ventas, sobre la base de 3.000 ton. semanales ha confeccionado su programa de ventas y de despacho. De acuerdo con el resultado que se muestra en la primera imagen evidentemente ha sido incapaz de despachar toda la producción (en efecto, si el programa de ventas ha sido despachar 3.000 ton. semanales, al cabo de la 5ta. semana ha despachado 15.000 ton. en circunstancias que la producción ha alcanzado 18.500 ton.) por lo tanto se ha ido acumulando inventario (hasta alcanzarse 3. 500 ton. al final de la 5ta. semana).
Más adelante la cosa se empeora, ya que la producción semanal aumenta a 3.700. Es probable que ventas cambie sus programas de despachos. Si esto es así, al comienzo de la 8va. semana tendrá problemas, los que se empeorarán entre la 10va. y 12va. semanas. Definitivamente, en estas circunstancias la retroalimentación positiva tiende a eliminar todo esfuerzo de programación y de planificación.
En nuestro ejemplo, la retroalimentación positiva ha producido una conducta fluctuante de la variable. En otros casos puede producir efectos de amplificación que alejan constantemente al sistema de algún punto de equilibrio haciéndolo totalmente inestable. Tal es el caso, por ejemplo, del famoso teorema de la "tela de araña" de los economistas.
La conducta humana muchas veces se ve influida por la retroalimentación positiva. Se dice que un profesor hace buenas o malas clases, de acuerdo con su audiencia. En efecto, cuando un profesor encuentra que su audiencia es motivante, él se motiva generalmete elevando la calidad de su enseñanza, especialmente en la presentación de su materia. Esto hace que la audiencia se motive más, información que es retroalimentada hacia el profesor quien le pone más empeño y así sigue la cadena. Por el contrario, cuando el profesor encuentra que su audiencia no lo motiva, generalmente comienza a perder interés en la clase, lo que repercute en sus alumnos, los que se motivan menos y así continúa el curso, que puede terminar súbitamente por el abandono del profesor o de la mayoría (o todos) sus alumnos.
En ambos casos el profesor, consciente o inconscientemente ha actuado sobre la base de una retroalimentación positiva.
También se puede observar una conducta similar en un candidato a una elección, cuando se enfrenta y habla en una manifestación. El busca la reacción de su auditorio a través de alguna forma de retroalimentación. Cuando la respuesta es de apoyo (retroalimentación positiva) él se dejará llevar por sus impulsos, mientras que si recibe una retroalimentación negativa, es probable que se conduzca con mayor cautela, si es que desea decir lo que tiene planeado.
Espero haber ayudado en algo. Hasta la próxima oportunidad!
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